Haces que el frío sea cálido.

La cara se me iluminó al oír tu respuesta al preguntarte, al estar en estas fechas, qué te gustaría que te regalara por Navidad, ya que algunos de mis regalos anteriores no te habían causado una gran impresión, los elegí mal. Íbamos paseando camino del centro, tu brazo me rodeaba agarrándome la mano, que a pesar de los guantes las teníamos heladas. El frío nos daba en la cara, y las luces navideñas brillaban por todos sitios. - A tí. Sólo te quiero a tí. - me sonrojé, y le miré con mis ojos brillando de alegría. - Ya, pero.. ahora en serio, ¿qué quieres que te compre? algo material. - Se paró en seco, se puso enfrente mía y cogiéndome los brazos me dijo mirándome a la cara - Cariño, tú eres mi mejor regalo de navidad, no necesito nada material estando a tu lado. SÓLO TE QUIERO A TÍ. - y lo acompañó de una sonrisa. Mil mariposas revoloteaban a mi alrededor, era lo más bonito que me podía decir. Seguidamente me preguntó dirigiéndose a mí - Y tú, ¿que quieres? 
- ¿Yo? - le cogí la mano y exclamé - Ya lo sabes.
Ambos sonreímos y nos fundimos en el beso más cálido que se pueda dar en medio del frío invierno, dos días antes de Nochebuena.